Y se ha probado que cada persona en particular reacciona ante un acto de
necesidad.
Seguro has notado que cuando un bebé tiene hambre, pese a que todavía no
sabe como hablar, este llora para hacerle saber a su madre que necesita comer,
así mismo cada persona tiene su forma de reaccionar a lo que considera que
necesita.
El hombre en respuesta a las necesidades primarias como la vestimenta,
la comida, el agua entre otras, ha desarrollado mecanismos que le permiten
producir sus propios productos.
Por ejemplo, para poder comer las personas talaban arboles para
poder tener una tierra fértil donde sembrar y con los árboles hacían fogatas
para cocinar el alimento o simplemente vendían las mercancías que sembraban
para obtener dinero suficiente para poder comprar alimento.
Si bien es cierto, como seres humanos tenemos una característica en común, y es que nos gusta estar cómodos y hacemos lo que esté a nuestro alcance para lograr esa comodidad. Es por eso que se dice que consumimos por deseo. Por ejemplo, muchas veces consumimos productos electrónicos solo por deseo y no por necesidad, como es el caso de un carro deportivo o quizás un teléfono celular de último modelo.
Ahora bien, ¿cuál es la verdadera razón del consumo humano? ¿necesidad o deseo?
En primer lugar, la necesidad ha llevado al ser humano a explotar recursos para obtener un beneficio propio. La tierra hace 200 años atrás no poseía el mismo número de habitantes que tiene ahora. La población ha ido creciendo, por lo tanto hay más demanda de alimentos, terreno, gas para cocinar, transporte entre otros servicios.
Por ejemplo, la necesidad del hombre de buscar la forma de obtener oro, que es muy demandado, hace que se llegue al extremo de querer explotar una mina que probablemente puede que contamine el medio ambiente y el medio ambiente contaminado provoca más enfermedades.
Pero también es necesario tomar en cuenta que el mercadeo y la publicidad son los protagonistas al momento de hacer que las personas consuman un bien, haciendo creer que tu necesitas tener ese producto.
Así que yo pienso que no se trata de deseo, sino de necesidad. Ya sean necesidades primarias- secundarias o de el simple hecho de creer necesitar un producto que realmente no se necesita.
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