En cada época se destacan enfermedades emblemáticas. Durante el comienzo del siglo XXI, las enfermedades neuronales como la depresión, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno por el déficit de atención con hiperactividad, el trastorno límite de la personalidad o el síndrome de desgaste ocupacional son las enfermedades que definen el panorama a comienzo del siglo. En la actualidad se han vuelto el mayor problema de salud.
Estos son infartos ocasionados no por la negatividad de lo otro inmunológico sino por un exceso de positividad. El verdadero peligro no sería una invasión de lo negativo sino el exceso de positividad.
Considerando a ¨La sociedad del cansancio¨: la sensación de asfixia, el agotamiento, la fatiga son manifestaciones de esa violencia neuronal que se ve proyectada desde el corazón mismo del sistema y se infiltra por todas partes en una sociedad permisiva y pacífica. La positivización del mundo ha permitido esta forma de violencia. Al encontrar el espacio de lo idéntico libre de negatividad, sin ninguna polarización entre un amigo y un enemigo, entre dentro y fuera, se constituye una forma de terror de la inmanencia.
El suicidio que es el acto por el que una persona deliberadamente decide quitarse la vida, se provoca la muerte causa por la que se le atribuye con frecuencia a una enfermedad neuronal. El suicidio causa más muertes anuales que las que suman en conjunto las guerras y los homicidios.
La Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2020 la cifra anual de personas que deciden poner fin drásticamente a su existencia aumente a un millón y medio de personas.
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